Nosotros, somos personas normales no somos ni Santos, ni frailes. Cada quien, tiene un trabajo una familia, hijos, y una vida normal. La diferencia está en el despertar en el corazón de cada uno la voluntad y necesidad de cambiar su estilo de vida. ( Y de igual manera pueden hacerlo Uds.) Dejando de lado el egoísmo, la indiferencia y todos estos impedimentos mentales que no nos permiten poder ver lo que realmente somos. No olvidemos que una vez que nuestro tiempo llegará a su fin, si es que pusimos en practica las enseñanzas de los Grandes Maestros, que lo único que podremos llevarnos es un alma noble por haber sabido mostrar compasión a lo demás.